MÉXICO, DF.- Policías que patrullaban para realizar “tareas de prevención del delito” en una carretera del Estado de México, fueron rebasados “sin precaución” por tres vehículos que viajaban a alta velocidad. Los siguieron, les ordenaron por el altavoz de las patrullas detenerse, se detuvieron. El primero en bajar fue un hombre de tez blanca. Los agentes no lo sabían, pero habían detenido a Édgar Valdez Villareal, “La Barbie”.
Más tarde, sin precisar cuándo, la Policía Federal le pidió que diera sus “generales”, y les respondió que era Édgar Valdez Villareal, que le decían “La Barbie”, “El Güero” o “El Trigrillo”, y en ese momento les confesó que era narcotraficante. Les narró parte de su historia delictiva; que traficaba entre una y dos toneladas de cocaína por mes, que la traía de Colombia, y explicó cuáles eran sus rutas. Afirmó que él era responsable de “levantones” y ejecuciones de grupos rivales; detalló su relación con el extinto capo Arturo Beltrán Leyva, y reveló su participación en una cumbre de barones de la droga en 2007 en Cuernavaca.
La historia real de la captura de uno de los narcos, al cual el Gobierno Federal ha identificado como uno de los más poderosos y sanguinarios, está contenida en el informe en el que la Policía Federal da parte de la detención de “La Barbie” en la SIEDO.
Por otra parte, el periódico New York Times, publico ayer en su portal de internet la historia de Édgar Valdez Villarreal.
El medio relata la infancia del hombre que en sus tiempos de juventud era estrella de futbol y que años después se convertiría en un sujeto buscada por la DEA.
El relato empieza así: Un niño en su suburbio de clase media se burlaba de él llamándolo “Barbie” debido a su apariencia, la cual le recordaba al muñeco “Ken”. El nombre se le quedó, y tres décadas después se asociaría con la sádica banda de asesinos.
Poca gente que conocía a Édgar Valdez Villarreal en ese entonces cuando era una estrella del futbol en United High School habría imaginado que se convirtiera en uno de los más salvajes y temidos líderes de la droga en México. Ninguna de sus raíces lo hubieran visto de esa manera en su juventud: no provenía de un hogar destruido, tampoco de un padre abusivo, no había pobreza en su familia.
En lugar de eso, su padre era propietario de una tienda en Laredo que procuraba la iglesia, trabajaba duro y tenía los valores de una educación profesional. Creció en una casa de ladrillo bien construida en una área arbolada. La mayoría de sus hermanos fueron a la universidad e iniciaron negocios, eran cumplidos con las leyes, como personas bien acopladas en la sociedad, dijeron sus vecinos y parientes.
“El eligió ese camino”, dijo su hermano mayor, Abel Valdez hijo,. “Nosotros somos una buena familia”.
Las autoridades en EU y México, dicen que Édgar Valdez, se mudó a México después de ser denunciado en la década de 1990 con cargos de tráfico de mariguana, y ascendió rápidamente hasta convertirse en un líder violento en el cártel de los Beltrán Leyva, como el líder de los grupos de sicarios involucrados en las casi constantes guerrillas con otros cárteles.
Él es el único ciudadano estadounidense conocido que ha llegado tan alto en la estructura de los cárteles mexicanos.
Hace cinco años, “La Barbie” jugó un rol clave en la batalla entre el cártel de Sinaloa y el cártel del Golfo para controlar las rutas de contrabando hacia EU, dicen las autoridades.
Se cree que el es la persona más responsable de impulsar ese conflicto en el centro y sur de México, tomando el control de la ciudad de Acapulco.
Relata el medio de EU, que “La Barbie” había eludido a las autoridades durante años, a pesar de que se ofrecían recompensas multimillonarias por su cabeza, y su captura fue considerada el logro más importante de los remanentes del grupo del crimen organizado de los Beltrán-Leyva, informaron las autoridades.
Kent A. Schaffer, un abogado de Houston que representa a Édgar Valdez, dijo que su cliente negó todos los cargos contra él. El señor Schaffer también dijo que probablemente fue obligado a hacer las declaraciones videograbados.
Édgar Valdez se inició en la delincuencia como un traficante de mariguana en pequeña escala en la ciudad de Laredo a principios de la década de 1990, pero nunca fue arrestado por cargos de tráfico de drogas, según informa el departamento de policía de Laredo.
Sin embargo, había signos de que el afable linebacker en el equipo de futbol de la United High School, tenía un lado malo: arrestos por conducir ebrio y borracheras en la vía pública.
En 1992, cerca de finalizar su último año de preparatoria, fue arrestado con cargos de homicidio por negligencia después de conducir su pickup en sentido contrario en una carretera y chocó de frente con un consejero de educación media, matándolo. El cargo fue retirado posteriormente.
Después de su graduación de preparatoria, “La Barbie” rechazó una oferta de su padre de ir a la Universidad, diciendo que él quería hacer dinero, dijo su hermano al NYTimes. De acuerdo con una acusación federal en Laredo, el siguiente año se unió a un grupo de contrabandistas que estaban moviendo cientos de kilos de mariguana mexicana a través de Laredo a ciudades en Massachussetts y Missouri.
Su hermano dijo que Édgar se escapó por el río en Nuevo Laredo en 1998 para evitar ser arrestado, abrió una pequeña tienda y nunca más vivió de nuevo en los EU. Los detectives en Laredo dicen que él rápidamente se afilió con la banda local conocida como “Los Chachos”, uno de los cuatro grupos que controlaban el tráfico de drogas en la ciudad en esos días.
En los años siguientes, el Cartel del Golfo y sus comandos, los Zetas, se mudaron a Laredo y empezaron a tomar el mando y a extorsionar a las bandas locales.
Abel Valdez dijo que su hermano resentía profundamente la táctica de los Zetas de asesinar a miembros de la familia de sus enemigos y extorsionar enormes cantidades de los negocios locales. Édgar Valdez se unió en la lucha contra ellos, parcialmente en defensa propia, y él había estado peleando con ellos desde entonces, dijo su hermano.
“No estoy diciendo que él es un ángel”, dijo Abel Valdez. “Ha hecho cosas que no son legalmente correctas, pero tiene sus principios”.
“Los Chachos” finalmente perdieron el control de la ciudad fronteriza por los Zetas, quienes todavía la controlan, y “La Barbie” se unió con Arturo Beltrán Leyva, uno de los cuatro líderes principales del Cártel de Sinaloa, dijeron las autoridades.
Su ascenso fue rápido, y se debió no sólo a sus contactos en EU, sino a su brutalidad. Tomando una página de los terroristas de Medio Oriente, él estaba dispuesto a usar decapitaciones, videos de asesinatos y cadáveres para enviar mensajes.
“El parece ser un niño muy brillante y muy brutal y despiadado”, dijo Scott Stewart, un analista con la firma de consultoría Stratfor en Austin, Texas, quien investiga la violencia del tráfico de drogas en México. En una época de guerrillas entre los cárteles, hay quienes tienden a ascender en la organización”.
Contradicciones
*Facundo Rosas Rosas, comisionado general de la PF, fue cambiando la versión de la captura.
*El propio secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, realizó declaraciones a los medios que difieren con la versión contenida en el parte de la Policía Federal.
*Aunque en la conferencia dijo que había sido detenido en la villa rústica, a la periodista Carmen Aristegui le declaró que la detención se dio en un lugar “próximo a la finca”, cuando estaba a punto de entrar en ella, justo cuando Villarreal y sus acompañantes estaban estacionándose.
*El secretario Genaro García Luna dio una versión diferente de la detención. Él le aseguró al periodista Joaquín López-Doriga que el jefe de narcotraficantes fue detenido en el jardín de la finca cuando trataba de escapar.
*Otro de los aspectos en los que las versiones no coinciden es el relacionado con la resistencia al arresto.
*Mientras la versión del parte de los policías federales deja claro que no hubo resistencia alguna de los detenidos, Facundo Rosas aseguró en una entrevista que sí la hubo.
*Rosas dijo a Carlos Loret de Mola que “La Barbie” sí opuso resistencia, pero “la ventaja” de la autoridad le impidió escapar. Antes, Rosas le dijo a Carmen Aristegui que “La Barbie” no opuso resistencia.